viernes, 19 de febrero de 2016

  Dispauremia: dolor en el coito

                                                                     Por Liliana Mizrahi


Entre los temas tabúes de las mujeres, los problemas, síntomas,  conflictos, o problemas sexuales no se hablan, porque es femenino ser discreta, pudorosa entonces no se nombran, tenemos un falso pudor, tenemos miedo, tenemos culpa, tenemos vergüenza. Y nos quedamos solas y aisladas, obedeciendo un mandato de silencio.
No es de mujeres bien andar ventilando su sexo por las redes y menos yo siendo terapeuta. Pero me parece solidario contar, qué me pasó a mí que fue muy bueno, y compartirlo.

Quiero hacer algunos comentarios sobre la DISPAUREMIA: es el dolor vaginal que sienten las mujeres al ser penetradas por un varón en el coito. Es un dolor muy feo, es como si nos cortaran, tajearan con una gillette por dentro. La Dispauremia no tiene edad. Pasa en cualquier etapa evolutiva, mujeres jóvenes, maduras, adolescentes, menopausicas. La Dispauremia es horrible, desagradable y hace sentir a la mujer impotente porque parece que no tiene solución, o no tenía. MENTIRA, ahora tiene solución.

Con el mismo láser, que se usa para las urgencias miccionales, se lo usa para disminuir el dolor vaginal. Y el dolor va disminuyendo de a poco pero a paso firme, tanto que podrá quedar un residuo de dolor, pero en 3 sesiones de láser, también resolví ese problema que no había padecido nunca. Y escuché a otras mujeres que no podían creer no tener más dolor.
Pensé: a esta edad esto no se resuelve. Error.
Esta amiga que es médica dermatóloga, me ofreció el uso del láser para ir reduciendo el dolor. Y así fue… fueron 3 sesiones, de 10 minutos o menos. Sin ningún dolor. Sin ninguna incomodidad. Me levanté de la camilla y volví a mi vida habitual.
El dolor había disminuido, a la segunda sesión, quedaba apenas un poco de dolor, la vagina estaba más estrecha, en ese sentido más joven. El láser mejoró el trofismo,  la lubricación y la flexibilidad.
Ya en la 3ª sesión quedaba un recuerdo de lo que había sido ese dolor. Algunas mujeres logran erradicar el dolor por completo y otras tienen una pequeña molestia.

Esto lo relato, lo testimonio no en un afán exhibicionista y menos aún siendo terapeuta, lo comparto, lo socializo porque son técnicas nuevas, que yo no conocía y supongo que muchísimas mujeres tampoco y creo que responde a Lo Personal es Político. O sea lo que me pasa a mí, seguramente le debe pasar a otras mujeres que no dicen nada. Por eso es importante romper el silencio, salir del aislamiento, no obedecer y comunicarse, preguntar, buscar.
Socializo la información, comparto los resultados porque son excelentes y muchas mujeres se pueden beneficiar. Sé de qué hablo. ¡Chau dispauremia!


Liliana Mizrahi. febrero 2016

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